“La economía verde impulsará la transformación energética en la minería”

Revista Tecnología Minera (RTM): Con los altos precios de los minerales, ¿la fuerza laboral minera goza de cierto impulso para su promoción?

Graciela Arrieta (GA): Sí, hay un ciclo positivo y favorable en los precios de los metales, especialmente en aquellos en los que el Perú es productor, como el cobre y el oro.

Sin duda alguna, estamos pasando por una etapa positiva para la industria minera a nivel mundial, que representa una gran oportunidad para nuestro país, si es que lo aprovechamos y gestionamos eficientemente. Seguimos siendo un país importante en reservas y producción, y si ponemos en marcha nuestra amplia cartera de proyectos mineros, la minería formal podría contribuir en la reactivación económica que el país tanto necesita.

Impulsar los proyectos influirá en las cifras macroeconómicas del país; ingreso en las regiones a través del canon, más proyectos que se van a desarrollar en términos sociales y de beneficio para las comunidades, así como más empleo formal donde se presentarán oportunidades para las mujeres.

RTM: Aunque, en principio, para garantizar las condiciones laborales necesarias, estas se tienen que dar bajo el régimen legal...

GA: Por cada puesto formal de trabajo, se generan 8 puestos indirectos. Imagínate la incidencia en el número de familias beneficiadas.

La minería formal a gran escala, en términos del empleo formal, es la que finalmente garantizará un mayor número de puestos de trabajo en ese sentido; es decir, bajo el régimen legal, con beneficios para las y los trabajadores, siendo supervisados por el Estado y eso es positivo.

RTM: Al participar como WIM Perú, ¿cómo han articulado en ese sentido?

GA: Como organización, nosotras apostamos por más actividad minera formal. Somos un brazo articulador del sector, pues creemos en la buena minería, la que se desarrolla de manera sostenible, la que tiene un compromiso de respeto de los derechos humanos con altos estándares socioambientales, aquella que fomenta el crecimiento general del país y, en particular, de las regiones.

Eso es lo que va a permitir la generación de puestos de trabajo formales, donde nosotras como organización, consideramos que las mujeres van a poder estar presentes y podrán participar. Eso es a lo que aspiramos como institución.

Es claro que si no hay actividad minera, los puestos se van a reducir y, definitivamente, serán ocupados por quienes posean más experiencia dentro del sector, en términos de tiempo y otras condiciones. Por ello, WIM Perú apuesta porque este ciclo positivo también pueda beneficiar a más mujeres.

RTM: ¿Las condiciones actuales permiten el desenvolvimiento de las mujeres en la minería?

GA: En general, la pandemia ha representado una mayor tasa de desempleo en mujeres, precisamente porque están más expuestas a industrias que se vieron afectadas duramente por la pandemia, como el turismo; pero también porque están consideradas como las cuidadoras natas, asumiendo más carga en las labores domésticas, entre otras.

La baja de empleo en el sector minero se acentuó entre abril y mayo, y aunque no hay cifras oficiales publicadas sobre el impacto en mujeres, conocemos que precisamente durante pandemia, las mujeres se han acogido a procesos de retiros voluntarios o desvinculaciones.

Considero que las oportunidades siguen y se seguirán dando, y la buena noticia también es conocer prácticas corporativas de empresas que siguen apostando y trabajando por incorporar mujeres en su fuerza laboral, por asegurar que dentro de la terna de finalistas esté al menos una mujer y es que talento hay, solo que debemos ocuparnos en buscarlas.

RTM: ¿Qué cosa es lo que se tiene pendiente?

GA: Que la diversidad e inclusión se vuelva un principio tan importante como lo es el estándar de seguridad, ambiental y social. De esa manera, podremos fomentar un cambio cultural en la industria.

Creo que ayudará, como un buen referente para el sector, lo que algunas empresas de la mediana y gran minería han avanzado en esta materia, incluyendo sus lecciones aprendidas. Todas las empresas debieran ya contar con su diagnóstico en sus empresas, a partir de ello se pueden gestionar planes acorde con las necesidades de la empresa.

En WIM Perú partimos del principio: “El talento no tiene género”. Ello tiene que ver con lo que se mencionaba previamente, a veces los propios sesgos inconscientes instalados dentro de las personas, son trasladados al ámbito laboral  y eso puede estar haciendo que la balanza se esté inclinando hacia uno u otro candidato.

RTM: Hace poco, desde WIM Perú anunciaron un plan de acción, en coordinación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para acceder a herramientas y ser actores clave en la materia. ¿Podría detallar un poco más sobre ello?

GA: El proyecto nace como parte de la línea de acción del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5, el cual detalla, básicamente, que se necesita lograr una igualdad entre los géneros para poder empoderar a las niñas y a las mujeres en general.

Como se sabe, también hubo una iniciativa así durante el Gobierno pasado, titulada: la Visión de la Minería al 2030, que resultó –finalmente– en un esfuerzo conjunto bastante importante, a través de un diálogo multiactor que se hizo con diferentes representantes de la sociedad civil, la empresa privada y el Estado.

Lo que impulsa WIM Perú, para sumar a esa meta, es que la perspectiva de género sea incluida como otro objetivo de la Visión de la Minería al 2030 o en cualquier otro planteamiento que se geste desde el Gobierno.

RTM: Es importante seguir trabajando para sumar, contribuir y fortalecer ese vínculo.

GA: Así es. Es fundamental trabajar, por ejemplo, propuestas vinculadas al impacto de género en la industria, vista desde la perspectiva de la fuerza laboral y también en las comunidades.

Respecto a este último ítem, desde la dinámica a nivel operativo hasta en los parámetros culturales, para poder fortalecer el rol de las mujeres en la toma de decisiones, porque lo que se busca es que sean partícipes activas de los diferentes procesos de consulta ciudadana.

Hay mucho por hacer en las comunidades dentro del área de influencia directa de los diversos proyectos de inversión, tanto en el sector minero, como en el energético; siendo importante que las mujeres –dentro de esos espacios– mantengan una preponderancia, porque según evidencian entidades internacionales, las mejores articuladoras para el desarrollo y el bienestar, dentro de una población y en una familia, son las mujeres.

RTM: Promover toda acción, con organizaciones que refuercen la idea matriz, es clave.

GA: Por supuesto. Todas estas iniciativas las hemos planteado al Banco Interamericano de Desarrollo y han sido recibidas positivamente por ellos.

Por eso es nuestro plan articular con el Ministerio de Energía y Minas y otros ministerios, también con otros actores clave, como la SNMPE y otras asociaciones afines. Así iremos viendo que otros actores, ya sea en el sector público, privado o de la sociedad civil, podrían contribuir.

RTM: ¿La visión compartida y la economía verde serán pilares importantes para cualquier consenso?

GA: Sin duda alguna. Es decir, la visión compartida convoca a los diferentes actores para construir una visión de desarrollo que contribuya con la sostenibilidad, basado en un diálogo que permita construir acuerdos, buscando las oportunidades que genera el sector minero.

No se puede negar que la industria minera es clave y estratégica para el país, y lo que ha venido pasando es que si bien se ha dado un crecimiento sostenido en el país –en términos económicos–, los beneficios no se han visto reflejados en ciertas comunidades donde se observan brechas significativas en términos de bienestar. Hay un gran desafío por el que debemos enmarcarnos en la búsqueda del cierre de brechas.

Es por ello que veo a la economía verde como una posibilidad que también impulsará una minería sostenible que vela por su huella ambiental, impulsa la creación de capacidades locales, fomenta continuamente el relacionamiento con sus grupos de interés, ello de la mano con un desarrollo tecnológico, diversificación y sofisticación productiva y transformación energética.

La economía verde también es un concepto importante. El mundo apunta a la certificación de la producción responsable en la minería, garantizando sustentabilidad energética, hídrica, huella de carbono, reducción de emisiones, seguridad e higiene ambiental, y economía circular.

RTM: ¿El contexto actual nos convoca, aún más, a que este diálogo se mantenga?

GA: Si, en el contexto actual urge continuar el diálogo, pero estas conversaciones tienen que darse sobre la base de principios, tales como: el respeto a los acuerdos, al marco normativo y ser, sobre todo, claros y coherentes en los mensajes. Lo que se dice y lo que se hace debe tener congruencia.