Mina digital: el objetivo principal de la industria

La minería ha sido tradicionalmente conocida por su retraso en términos de adopción tecnológica. Boston Consulting Group estima que la industria minera es entre un 30% y un 40% menos madura tecnológicamente que otras industrias comparables. Por lo tanto, existe una oportunidad sustancial de generar valor mediante la adopción de tecnología que ha sido probada en otros sectores industriales.

De hecho, el ritmo de la transición se está acelerando para la industria minera, que se está poniendo al día en el campo de la digitalización. Este tema servirá de trasfondo para la industria metalúrgica y minera en 2023 y más allá, ya que la rentabilidad, la seguridad y la sostenibilidad pesan mucho sobre las empresas.

Impulsar la aceleración

Tras la ralentización provocada por la pandemia, la industria metalúrgica y minera se ha recuperado con bastante fuerza. La demanda de metales ha sido fuerte debido a los esfuerzos de descarbonización en todo el mundo. Los metales para baterías y las tierras raras son mercados en auge, ya que las naciones desarrolladas están retirando de la producción y venta los vehículos impulsados por hidrocarburos, y muchos gobiernos de todo el mundo se han fijado como objetivo la venta cero de nuevos vehículos impulsados por hidrocarburos para 2035. Las minas necesitan aprovechar la tecnología que permite una extracción más eficiente con menor impacto en el medio ambiente.

La necesidad de vehículos eléctricos crece a la par que la descarbonización, el crecimiento demográfico y la inevitable sustitución de los vehículos de gasolina y gasóleo. Estas tendencias se reflejan en el auge de los precios del litio, el cobre, el níquel, el manganeso y el cobalto, entre otros. Esta demanda incesante presionará a la industria minera para que persiga la digitalización y extraiga los yacimientos existentes de la forma más eficiente posible.

Entre los principales factores que catalizan la adopción de la tecnología se encuentra la necesidad de gestionar la complejidad de la minería, ser más productivos y adelantarse a la competencia.

Algunas empresas que se están poniendo en marcha hoy pueden aplicar las mejores prácticas tecnológicas desde el principio. Sin embargo, muchas minas en funcionamiento se centran en la productividad y no se guían por la tecnología para ser eficientes, por lo que es importante darse cuenta de que, aunque las minas existentes estén en funcionamiento, esto no las sitúa necesariamente en una posición de ventaja. Un competidor puede llegar con un yacimiento similar en un país con fundamentos similares e implementar una operación minera digitalmente habilitada y totalmente automatizada y adquirir una cuota de mercado sustancial con una estrategia tecnológica más avanzada. No estar a la vanguardia de la tecnología disponible puede colocar a las empresas mineras en una situación de riesgo existencial, por lo que la tecnología es obligatoria, ya que garantiza el futuro de las minas, especialmente de las que explotan recursos de baja ley.

Enfoque fragmentado

Muchas industrias se enfrentan al doble reto. La tecnología es fundamental para descarbonizar las economías mundiales, por ejemplo, pasando a una generación de energía sostenible, y para extraer recursos de forma eficiente y segura. Es probable que la próxima década se centre en conseguir una mayor eficiencia de las reservas actuales utilizando las tecnologías existentes, al tiempo que se amplían las capacidades de las tecnologías que se están introduciendo en el mercado y se desarrollan las soluciones de próxima generación.

Sin embargo, es fundamental establecer que las empresas mineras no están en condiciones de resolver simplemente todos los retos a los que se enfrentan a la vez. Muchas organizaciones buscan estrategias tecnológicas holísticas, pero dado el gran número de procesos, partes interesadas y materias primas que existen en el sector, resulta difícil no sólo saber por dónde empezar, sino también qué es lo que tendrá efectos más inmediatos, impactantes y mensurables sobre la productividad, la rentabilidad y la sostenibilidad.

De ahí que la estrategia de implantación selectiva en pequeños pasos sea un planteamiento pragmático y eficaz. Los presupuestos, el tiempo y la experiencia para apoyar cualquier solución son limitados, por lo que las prioridades deben quedar claras. El riesgo también es un factor muy real que deben tener en cuenta los equipos directivos que intentan implantar soluciones tecnológicas. La adopción de una tecnología determinada debe tener éxito o, de lo contrario, el tiempo, el dinero y potencialmente las carreras profesionales vinculadas a esos esfuerzos podrían correr peligro si las cosas no funcionan. Nadie quiere ser responsable del fracaso de la implantación de una determinada solución tecnológica, ya que esto puede tener ramificaciones de gran alcance para el individuo, así como para la operación y la empresa en general.

En realidad, la planificación de una estrategia tecnológica no es la parte más difícil, pero, como saben muchas personas del sector minero, la planificación es una cosa y la ejecución es otra totalmente distinta, por lo que es fundamental asegurarse de que, cuando se contrata a un proveedor de tecnología, éste trabaja con el cliente como socio a largo plazo y garantiza el éxito de ambas partes.

Tecnología revolucionaria

Una innovación tecnológica clave en la minería y los recursos en este momento es el aprendizaje automático, que está transformando la industria. Las soluciones potenciadas por algoritmos que pueden aprender de comportamientos pasados y adaptarse a condiciones cambiantes pueden cambiar muchas operaciones. Con las empresas mineras desarrollando estrategias digitales para mantener su ventaja competitiva y controlar los crecientes costes, muchos operadores buscan adoptar e implementar tecnologías de inteligencia artificial (IA).

Con la cuarta revolución industrial en pleno apogeo, la industria minera verá un mayor acceso a la información que es manejada por algoritmos de aprendizaje automático para producir conocimientos que nunca han sido posibles antes. Información derivada del acceso en tiempo real a todas las formas de información a medida que cada uno de los procesos y soluciones dentro de la cadena de valor de la minería se integran cada vez más, lo que permite obtener información procesable de inmediato y la introducción de un enfoque verdaderamente proactivo para adaptarse a las condiciones cambiantes sobre el terreno.

En el futuro, los mineros tendrán la capacidad de influir directamente en cada parte de sus operaciones en tiempo real y de resolver los problemas a medida que surjan. Los mineros dispondrán de agentes de inteligencia artificial que les propondrán diversas soluciones y las ramificaciones de cada una de ellas, lo que les permitirá centrarse más en las actividades mineras reales y menos en el análisis retrospectivo y la elaboración de informes.