“Simplificar la minería legal, es la solución para combatir la ilegalidad en la industria”

Revista Tecnología Minera (RTM): Actualmente, el contexto minero nacional resulta prometedor, ¿Qué expectativas tiene al respecto? 

Enrique Alania (EA): El Perú es un país minero, eso es un hecho. Entonces, deberíamos nosotros, como país, tratar de desarrollar la mayor cantidad de proyectos mineros. Los precios de los metales están en un buen momento y hay recursos en el subsuelo peruano, que es propiedad de todos los peruanos. Entonces, nosotros deberíamos rentabilizar esos recursos para beneficio de la población, para generar proyectos, trabajo, inversiones y para generar impuestos; y que ese trabajo beneficie a la mayor cantidad de personas.

Tenemos una brecha de infraestructura, en educación, en salud y en muchísimas cosas, que el desarrollar los proyectos mineros podría ayudar, y mucho, a cerrarlas. Entonces, si bien es cierto, un proyecto minero se puede hacer, también es necesario que lo tratemos de hacer en un plazo razonable, cumpliendo todos los permisos que hubiera que cumplir, ni más ni menos.

Sin embargo, habría que ver que esta facilidad para que se ejecuten proyectos sea visible y razonable, para beneficio no solamente de los que inviertan, sino de toda la población, porque las empresas mineras son primero, formales. Al ser formales, dan trabajo formal, pagan impuestos y compran formal. Es decir, también hay una una cadena de suministro, una cadena de pagos, que implica desarrollo. Y eso deberíamos tenerlo bien en cuenta. Yo creo que, a este año, la cifra de inversión no sé si llegue a ser el 15 % del monto total de proyectos por ejecutar, cifra de alrededor de los 50,000 millones de dólares. Entonces todavía queda mucho por hacer. Y tenemos que garantizar de que esto se haga, y se haga bien.

RTM: Para llegar a estos objetivos, existen diversos obstáculos, entre ellos, la informalidad, ¿Cómo debemos afrontarlo?

EA: La minería informal, primero, yo creo que se le está subestimando. La minería informal es un problema tan o más grave que el narcotráfico. Entonces, debiéramos tener conciencia de eso.

En segundo lugar, la minería informal no solamente es mala porque extrae minerales informalmente, sino porque representa un riesgo en su conjunto. Porque depreda, entonces, es malo para el medio ambiente, fomenta y protege la trata a personas, la delincuencia, abuso en general, trabajo informal, en total todo malo.  Y nosotros como sociedad a veces somos permisivos a eso y no tomamos conciencia del impacto del problema. Hay que tratar de que la minería formal reemplace a la minería informal.

Entonces, si la tramitología fuera razonable se podría luchar de una manera positiva contra la minería informal, porque no habría razón de tener minería informal porque sería una minería formal. Ahora, hay que ver qué mecanismos utiliza la minería informal para hacerle daño al país y beneficiar a muy pocas personas. Como digo, otra vez, la minería formal es la que beneficia a mayor cantidad de gente. Entonces, no podemos nosotros soslayar ese tema.

Tenemos que tener conciencia de cuáles son los incentivos para aprobar un proyecto minero que se desarrolle. Y hablo de proyectos mineros que tienen muchísimos años. Camisea, yo recuerdo que, en 1987, ya se conocía y se podía haber explotado y se hizo 25 años después. Tía María tiene 15 años esperando que se explote. Conga todavía no se explota. Ahora, puede haber algunas objeciones, claro que sí, pero hay que ser conscientes de que, si es que no se hace minería formal, lo que va a aparecer es minería informal porque el recurso existe.

Y ese recurso pertenece a todos los peruanos. Todos debiéramos tener beneficio de ello. La situación del país en infraestructura es dramática, entonces, tenemos que hacer que eso tenga una rentabilidad hacia la población. Como concepto, habría que tener pocos controles y buenos controles. No un montón de controles. Eso favorece que se demoren las cosas y quita competitividad al país. Y también, ciertamente, el hecho de tener muchísimos tramites fomenta los atajos y los caminos cortos.

Al final de cuentas la ley debería ser para todos. Y cuando la ley es muy complicada, comienzan a haber esta clase de diferencias. Entonces, yo creo que tenemos que tener conciencia y tratar de que las cosas sean simples, ordenadas. Y al que comete una falta, pues hay que sancionarlo. Pero no podemos pensar que debemos sancionar a alguien, por no hacer nada todavía.

RTM: Ya hemos visto un avance sobre ello, sin embargo, en el REINFO, aún existen ciertos matices en su normativa, ¿Cuál es su percepción?

EA: El REINFO es algo que debemos evaluar muy críticamente, Yo sé que a veces uno tiende a ver cómo legaliza a los mineros informales y eso está bien. El tema es que hay una minería ilegal, no informal, sino ilegal, que no es una minería pequeña.

De hecho, yo creo que, los números hablan de una cantidad muy importante. No sé si el primer productor de oro del país son los ilegales y no creo que muchos sean mineros, sino mafias organizadas. Entonces, no tenemos que darle capacidad de respuesta a la minería ilegal.

¿Cuál es la forma más sencilla de combatir la minería ilegal? Haciendo que la minería legal sea simple. Eso es una forma positiva de combatir la minería ilegal. Además de todas las cosas que como país podemos hacer desde la indignación. Se habla del norte, pero en Madre de Dios están depredando el medio ambiente y no hay mayores quejas ciudadanas acerca de eso. Hay miles de personas trabajando o, de repente, explotados por un pequeño

número de personas mafiosas que depredan y producen oro sin ningún control, sin pagar ningún impuesto y solo para el beneficio de ellos. Y eso lo consentimos.

Ahora, otra vez. Lo mejor es propiciar minería formal. Esa es la mejor solución. Yo creo que el REINFO, si bien suena a una idea interesante, tenemos que ver cómo se ha utilizado, a quién ha servido y tenemos que corregir lo que haya que corregir. Pero no podemos esperar mucho. No podemos combatir la minería ilegal a medias tintas. Como digo, tenemos la DIRANDRO que corrige, que protege y combate el narcotráfico, pero contra la minería ilegal la lucha es como que un poco light. Pensamos que no es tan importante, pero es muy perversa, dañina y maligna para el país como lo es el narcotráfico.

RTM: Eso nos posiciona como una plaza no tan atractiva ante los ojos de los inversionistas y nos quita competitividad…

EA: El inversionista como cualquier persona normal lo que quiere es predictibilidad, quiere invertir y saber que, en un plazo razonable, su inversión va a rendir frutos y que no va a haber ningún cambio, de ningún tipo, entonces tenemos que ser un país predecible y eso significa un montón de cosas desde temas en la justicia, en las reglas de juego en los gobiernos como tal, temas en la política hacia la inversión y eso no se trata de tener una posición partidarista. Se trata de tener políticas de atracción a las inversiones que son independientes de quien gobierne, porque eso significa trabajo, desarrollo, impuestos, cierre de brechas que son lo que favorecen a la gente más pobre de nuestro país.

Los recursos no se inventan, hay que generarlos. No se puede gastar dinero que uno no tiene. En nuestro país tenemos, para nuestra felicidad, minerales y hay que explotarlo. ¿Cómo se explota?, ¿Cómo se hace el gasto? ¿Qué control hay sobre los impuestos que generan de las inversiones? Ese es un tema que nos corresponde a los peruanos vigilar, hasta como votantes, pero las empresas tienen que ayudarnos a generar recursos, para generar desarrollo, generar trabajo e infraestructura.

Las cifras que tenemos en el país son alarmantes. De 55 mil colegios públicos, 30 mil están en una situación grave. Igual con los de salud pública y ahí hay que ver el tema desde un ángulo completo. En el Perú, hay 8 millones de personas que no han acabado el colegio, tenemos que hacer que terminen de hacerlo para que sean empleables porque si no acaban el colegio son empleo informal. ¿De quién? De empresas informales, de minería informal, minería ilegal, entre otros ejemplos. Si le damos una mayor empleabilidad el problema se irá resolviendo. Nada se logra de la noche a la mañana, pero algo tenemos que hacer y tenemos que marcar la ruta en ese sentido.

La minería en general es un generador de empleo y de cadena de empleos porque a veces las minas, necesariamente, no emplean tanto personal directo, pero por cada empleo minero, se generan 8 o 9 empleos en servicios, en proveedores, etc., entonces hay que tomar también conciencia de la premura que existe para mejorar la situación del país y en eso, como digo, implica una responsabilidad de desarrollar proyectos mineros a mayor velocidad.

RTM: En ese sentido, el Megapuerto de Chancay, permitirá afrontar los desafíos logísticos que tiene el Perú ¿De qué manera considera que el proyecto puede impactar a futuro?

EA:  Primero, saludo que haya infraestructura de ese nivel. Segundo, el Megapuerto de Chancay va a ser muy importante en la costa del Pacífico. De igual forma, habría que ver, cuánto se ha demorado el proyecto y vamos a ver que también son más años de los que debería haberse demorado y eso perjudica la competitividad del país.

Tener un puerto, significa tener también un polo de desarrollo, un sitio donde haya servicios portuarios, gente que trabaja, etc. Yo espero que el municipio de Chancay crezca a partir del puerto y todos los municipios colindantes también. Ahora, ojalá que existan muchísimos puertos más. Tenemos necesidad y debemos recuperar competitividad. Los puertos compiten entre sí y los bienes que se exportan tienen que salir a costos razonables de los puertos porque si no la gente va a elegir comprar en otro sitio. No podemos tener costos logísticos caros.

En general, tenemos que pensar que debemos mantener competitividad como país con respecto a otros países, ¿En qué? En todo. Nadie va a invertir en el Perú porque los peruanos somos buena gente o porque tenemos buena comida, no. Esos son beneficios adicionales, pero tenemos que garantizar de que sea algo predecible. Tenemos que garantizar de que los costos sean razonables, sean competitivos a nivel mundial para poder mantener y ser un país próspero en beneficio de todos y así cerrar brechas, para que la gente pobre tenga esperanza e igualdad de oportunidades.

Pero eso no se corrige solamente con un discurso, se corrige con recursos bien empleados, así que hay viene el tema de los proyectos mineros, que pese a que la gente, en su derecho, puede estar en contra, debe aceptar que a partir de los proyectos mineros como Antamina Yanacocha, Las Bambas, Cerro Verde, Toromocho, se ha generado un impacto tremendamente positivo.

Nos toca a nosotros tener una actitud más vigilante y yo saludo a foros como el CONAMIN donde se discutan estos temas y seamos conscientes de que tenemos que enfocarnos en las necesidades para tener un país desarrollado.