Fortescue Metals apunta a cero emisiones para 2040

Fortescue Metals Group, el cuarto mayor productor mundial de hierro, adelantó un plazo autoimpuesto para ser neutral en carbono para 2040, diez años antes que sus rivales más cercanos BHP, Rio Tinto y Vale.

Además, el minero australiano espera reducir las emisiones operacionales en un 26% para 2030. Fortescue había señalado previamente que tenía la intención de ser neutral en carbono para la "segunda mitad del siglo".

El nuevo objetivo, parte de la estrategia de cambio climático de la compañía, solo considera las emisiones de efecto invernadero de Alcance 1 y Alcance 2, aquellas generadas directamente por una organización, así como las emisiones indirectas de la energía que compra para ejecutar sus operaciones.

Las emisiones de alcance 3, causadas cuando el producto de una empresa se usa, procesa o envía a los clientes, no se mencionaron en la actualización.

La directora ejecutiva, Elizabeth Gaines, dijo que la compañía había anunciado inversiones de US $ 800 millones desde octubre en proyectos para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Esas iniciativas incluyen la adopción de energía solar y un sistema híbrido de gas solar, señaló.

"La minería es una de las industrias más innovadoras del mundo, y Fortescue está aprovechando esta tecnología y capacidad para lograr la neutralidad de carbono con un sentido de urgencia", manifestó Gaines.

"Además del desarrollo de tecnología de gas y energías renovables para nuestros requisitos de energía estacionaria, estamos trabajando para descarbonizar nuestra flota móvil a través de la siguiente fase de soluciones de energía eléctrica de hidrógeno y baterías", agregó.

No es suficiente

Los inversores centrados en el clima dieron la bienvenida a las políticas fortalecidas de Fortescue, pero creen que la compañía necesita hacer más.

El activista accionista Market Forces, que el mes pasado obtuvo el respaldo de uno de cada tres accionistas de Rio Tinto que pedían al minero que incluyera los objetivos del Alcance 3, dijo que el objetivo neto cero de Fortescue para 2040 fue un paso en la dirección correcta, pero no fue lo suficientemente lejos.

Si bien Fortescue no extrae combustibles fósiles como el carbón, Market Forces estima que las emisiones de Alcance 3 de la compañía por el uso del mineral de hierro que produce son igualmente malas. El proceso de fabricación de acero con alto contenido de carbono, dice, representa al menos el 90% de las emisiones en la cadena de valor de Fortescue.

Los esfuerzos del minero con sede en Perth siguen anuncios similares hechos por las principales compañías mineras.

BHP, el primer minero del mundo, ha comprometido US $ 400 millones durante cinco años para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de sus operaciones y productos minados. También ha prometido reducir sus emisiones de Alcance 3, que son 40 veces mayores que las generadas por sus minas y campos petroleros.

Rio Tinto, la segunda compañía minera más grande del mundo, gastará US$ 1 mil millones en los próximos cinco años para reducir su huella de carbono y tener emisiones de gases de efecto invernadero "cero cero" para 2050.

Al igual que FMG, Rio no está abordando las emisiones generadas cuando los clientes queman o procesan las materias primas que extraen.

Otros mineros importantes, como Vale de Brasil y Teck Resources de Canadá han establecido recientemente objetivos de carbono neutral para 2050.

Anglo American, que ha tomado medidas como la instalación de paneles solares flotantes en el estanque de desechos de una mina de cobre, tiene una visión para lograr una minería neutral en carbono para 2040.

Desde principios de este año, aproximadamente 800 organizaciones de servicios financieros con $ 118 billones en activos bajo administración se han comprometido a hacer divulgaciones de riesgo climático sobre sus inversiones de cartera.

Tim Biggs, líder de Minería y Metales, Deloitte Reino Unido, mencionó en febrero que "a pesar del argumento comercial en apoyo de la descarbonización, muchas compañías mineras continúan viéndolo como un costo en lugar de una oportunidad, lo que dificulta a los proponentes desbloquear el capital requerido para avanzar".

"Un cambio masivo hacia la electrificación también podría cambiar la forma en que trabajan los empleados, lo que requiere que las empresas obtengan la aceptación no solo a nivel de gestión, sino a nivel de operaciones", concluyó Biggs.