La importancia de reactivar las actividades de pequeña minería y minería artesanal en el Perú

Por: Ing. Paolo Andrés Alzamora, director regional de Energía, Minas e  Hidrocarburos de Áncash.

Es mundialmente conocido que el Perú es uno de los países con ingentes recursos minerales, por ello es de suma importancia incentivar, promover y monitorear a nuestros mineros, con la finalidad de que puedan realizar sus actividades cumpliendo con el marco normativo del sector, en aspectos como la responsabilidad ambiental y la disciplina en seguridad minera, entre otros.

En la situación actual que atravesamos a raíz del Covid-19, que también ha afectado a las grandes potencias mundiales, el sector minero no ha estado exento de sufrir este impacto económico. En ese sentido, aunque sin referirnos específicamente a la gran y mediana minería -que están próximas a reanudar sus actividades-, tenemos un bastión importante en la pequeña minería y minería artesanal, formal e informal, la cual inyecta al PBI nacional un porcentaje económico mínimo, quizás no tan valorado, pero de vital importancia para las familias que se encuentran tras esta actividad a pequeña escala.

Tan solo en Ancash, la actividad MAPE da trabajo a más de 50 mil personas, que dependen de esta labor de manera directa e indirecta.

Es por ello que se torna significativo resaltar algunos fundamentos sobre la importancia de reactivar las actividades de la pequeña minería y minería artesanal en el Perú, para los pequeños productores mineros, mineros artesanales, mineros formales e informales.

Fundamentos

Algunas regiones ya cuentan con un protocolo aprobado y/o presentado, mediante el cual se han especificado los lineamientos para que los titulares mineros presenten su Plan de Vigilancia, Prevención y Control de COVID-19, que a la fecha ya se vienen entregando en la Dirección Regional de Energía y Minas.

Las operaciones mineras se desarrollan en zonas alejadas de las comunidades y de la ciudad, permaneciendo generalmente en campamentos con jornadas atípicas (30x15, 40x20, 25x5, entre otras), aunando a ello el distanciamiento entre trabajadores de más de 2 metros.

Existe cierto equilibrio entre controlar el Covid-19 y reiniciar operaciones de la pequeña minería y minería artesanal, por su bajo riesgo de contagio y propagación.

La pequeña minería y minería artesanal cuenta con la implementación de un Programa Anual de Seguridad y Salud Ocupacional en el Trabajo, un Plan Anual de Capacitaciones, un Plan de Contingencias y un Reglamento Interno de Trabajo, de conformidad con el D.S N° 024-2016-EM.

La mano de obra pertenece a comunidades, distritos o provincias aledañas, es decir no son de sectores externos a la zona de influencia.

Mantener paralizado a este sector produce una afectación, dado que genera desempleo en miles de personas que dependen de esta actividad, de manera directa e indirecta. Siendo una solución factible el considerar a este rubro y evitar la generación de conflictos sociales, tanto ante el desempleo generado como por la incertidumbre futura en el sector minero.

Acciones a desarrollar

Realizar acciones de evaluación, supervisión y fiscalización -tanto en el Consejo de Ministros, como en el campo- sobre el cumplimiento de los lineamientos sanitarios, establecidos en los protocolos aprobados por parte de los titulares mineros formales e informales, es muy importante; ello permitirá contener la pandemia y reactivar la economía a través del trabajo.

Es clave el capacitarlos en la elaboración e implementación del Plan de Vigilancia, Prevención y Control de Covid-19, para prevenir y controlar el nuevo coronavirus.

Otra medida fundamental sería el supervisar el cumplimiento de los protocolos sanitarios -emitidos por el MINSA y el MINEM-, para conocer a detalle sobre el cumplimiento de las disposiciones, como la aplicación de la evaluación física y de pruebas rápidas para Covid-19 a los trabajadores que regresen o se reincorporen a sus puestos de trabajo, garantizando la vigilancia epidemiológica del trabajador en el contexto actual y cuyos resultados se informaran a las autoridades pertinentes.

Se ha estimado que para alcanzar las acciones de fiscalización de unos 3000 mineros se necesitaría cerca de S/ 1 131 000 al año.

El Gobierno central debe de realizar planes de corto, mediano y largo plazo, de la mano con los GORE, a fin de que se garantice la sostenibilidad en el tema de salud, dado que los entes regionales serán los encargados de fiscalizar el cumplimiento de los planes de vigilancia, no solo del sector minero, también de otros sectores como Producción, Agricultura, Turismo, entre otros. Una ardua tarea la que nos espera a nivel nacional.