Mineras de cobre enfrentan dilema de la descarbonización

Las mineras de cobre con presencia en América Latina están frente a un creciente dilema de descarbonización, ante las exigencias de reducir las emisiones en sus operaciones y llevar beneficios a las comunidades que compiten por el capital y, por otro lado, incrementar la producción para abastecer a sectores clave de la transición verde.

Las principales mineras de la región se han comprometido a llegar a cero emisiones netas para 2050, o antes, para así dar cumplimiento a los objetivos del Acuerdo de París, que apuntan a limitar el calentamiento global a menos de 2°C.

No obstante, las inversiones para alcanzar este objetivo deben competir con la necesidad global de aumentar la producción de cobre, metal que desempeñará un papel vital en la transición a una economía baja en carbono como componente de las tecnologías de energía renovable y vehículos eléctricos.

“Existe una urgencia creciente de trazar un camino hacia las emisiones netas cero y las mineras deben redoblar sus esfuerzos si quieren alcanzar los objetivos del Acuerdo de París a 2050”, manifestó Vanessa Davidson, directora de investigación y estrategia de metales básicos de la consultora británica CRU, durante la Conferencia Mundial del Cobre 2022 en Santiago de Chile.

Esta ofensiva de emisiones netas cero, necesitará el desarrollo y utilización de nuevas tecnologías y equipos, además de un mayor abastecimiento de energía renovable y gasto de capital, indicó Davidson.

Sin embargo, como el cobre también es crucial, “esto crea una especie de dilema en el sentido de que la industria debe desempeñar su papel en la reducción de emisiones, lo que requiere capital, pero al mismo tiempo debe invertir tanto como sea posible en el suministro de nuevas minas para cubrir la demanda”, agregó.

Déficit de oferta

CRU espera que la demanda mundial de cobre aumente a 28,4 millones de toneladas (Mt) anuales para 2030, a partir de los 23,0Mt de 2020, tendencia que estará impulsada –principalmente– por los vehículos eléctricos y las energías renovables.

Sin embargo, la industria del cobre tendrá dificultades para cubrir la demanda, con un déficit de oferta estimado en 5,1Mt para 2030, que crecerá a 7,6Mt cinco años después.

Si bien los elevados precios del cobre de la actualidad –el metal se cotiza en torno a US$10.000/t (US$4,50/lb)– han despertado interés en nuevos proyectos, falta compromiso para construir.

A pesar del papel trascendental del cobre en la lucha contra el cambio climático, los problemas ambientales y sociales se encuentran entre los factores que frenan su explotación.

“Muchos de las principales complicaciones que rodean el desarrollo de proyectos de cobre se han agravado en los últimos años, con permisos ambientales más onerosos, consultas comunitarias más prolongadas e inversiones adicionales en agua y energía”, señaló Davidson.

“Por lo tanto, no es raro que los proyectos clasificados como probables regresen a la categoría posibles o incluso especulativos, luego de largos procesos de revisión en los que se plantean objeciones”, agregó.

Respuesta de la industria

En respuesta a estos retos crecientes para asegurar nueva producción –y a la mayor complejidad y escasez de nuevos yacimientos–, las empresas están dando más énfasis a los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).

BHP, uno de los productores de cobre más grandes del mundo y operador de las minas Escondida y Spence en Chile, desea asumir un papel de liderazgo en el abastecimiento del metal rojo que necesitará el mundo descarbonizado, comentó Ragnar Udd, presidente de la división Minerals Americas de la firma, durante la conferencia.

La empresa está evaluando inversiones por más de US$10.000 millones para garantizar su crecimiento a largo plazo en Chile.

“Lo que sabemos es que el crecimiento es más que toneladas o volúmenes, es también cómo”, comentó Udd en el evento.

“Nuestra estrategia de crecimiento debe beneficiar a los países y a las comunidades en los que operamos. Debe beneficiar a proveedores, empleados y clientes”, añadió.

La opinión fue compartida por Juan Merlini, director de ventas y comercialización de la división de metales básicos del grupo minero brasileño Vale.

“Creemos que el mercado [del cobre] entrará en déficit en los próximos años y eso creará muchas oportunidades para que lleguen nuevos proyectos, pero también impondrá estándares muy altos en cuanto a ESG, minería responsable y transparencia”, señaló en la conferencia.

Cambio de paradigma

La importancia de la sostenibilidad en la industria minera del cobre también ha propiciado un cambio de foco.

Tradicionalmente, las empresas veían la sostenibilidad como algo separado de la creación de valor y la estrategia de negocios, y buscaban iniciativas o medidas para resolver los problemas asociados a esta dimensión, señaló Jorge Gómez, presidente ejecutivo de la minera chilena Collahuasi.

“[La industria] irá a un nuevo paradigma en que [...] el desarrollo de la empresa y la sustentabilidad están interrelacionados”, comentó durante el evento.

Las empresas que hagan esta transición se beneficiarán de una mejor capacidad para enfrentar los desafíos del mercado, mientras que para las empresas más sostenibles les será más fácil atraer talento e inversión y generar rentabilidad económica, concluyó Gómez.